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Dentro de una habitación oscura, partes del cuerpo humano de aspecto realista se apilan en los estantes y colgados en ganchos de carne. El lugar se parece mĆ”s a una morgue o la guarida de un asesino en serie, pero en realidad, es una panaderĆa.
Lo que parece ser partes del cuerpo son en realidad piezas de panaderĆa realizadas por el estudiante de arte de 28 aƱos Kittiwat Unarrom.
"Por supuesto, la gente se conmovió y pensó que yo estaba loco cuando vieron las obras. Pero una vez que sabĆan que la idea detrĆ”s de estas, lo entendieron y se interesaron por el trabajo en sĆ” dice Kittiwat
Ćl espera que su obra realista haga reflexionar sobre si la gente consume alimentos o son los alimentos los que consumen a la gente.
Junto con cabezas humanas comestibles elaborados de pasta, chocolate y pasas, Kittiwat hace replicas de brazos, pies humanos para los cual usa libros de anatomĆa y realiza frecuentes de visitar un museo de medicina forense para crear sus obras culinarias.
Los pedidos por ahora son de los curiosos y de bromistas que desean sorprender a sus amigos o colegas. Antes de que finalice el aƱo, Kittiwat espera conseguir su master en artes con esta inusual idea.
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