El Monstruoso Porno


Cada vez que veo una pelĂ­cula porno me pongo triste y es que ante semejantes mastodontes que aparecen en escena, se piensa carajo y es que estos manes son un cruce de caballo y humano o quĂ©? Aunque no me deberĂ­a sentir mal pues en repetidas ocasiones me han hablado de mi buena longitud y grosor, es inevitable sentir envidia de estos caballombres que con semejante aparato ponen a gozar hasta a la mas frĂ­gida mujer y si se descuidan tambiĂ©n a los otros caballombres en la pelĂ­cula, y al director y al barrendero, hasta a la de los tintos y es que supongo que debe ser difĂ­cil controlar semejante morsa, debe ser tan difĂ­cil que en ocasiones vemos como sale el semen disparado como proyectil y estos pobres tipos sin poder controlar el chorro terminan bañando a la vieja de pies a cabeza. Ahora entiendo porque en las pelĂ­culas porno la vieja se tiene que tomar el semen, claro es para controlar los regueros, sino ¿se imaginan a la barrendera al otro dĂ­a?, pobre señora no acabarĂ­a nunca de limpiar el charco. Claro que no todos son tan desconsiderados algunos inclusive lo sirven en una copa, para que la niña se lo tome y asĂ­ no se riegue tanto y la señora del aseo pueda limpiar más fácil ¡muy considerados!

Dejando atrás el tema de los penes monstruosos, debo hablar también de ellas, porque yo recuerdo que en mi clase de biología en el colegio a mi mostraron una vagina que parecía una flor, esa vaina era una sinfonía de pétalos organizados uno tras otro en un precisión espectacular, era tan hermosa que todos pensamos que era una clase de arte y estábamos viendo la más bella de las pinturas
A medida que empecĂ© a tener relaciones me di cuenta que la “cosa no era color de rosa”, aunque debo admitir que si existen esas bellezas, pero son muy raras, debe ser que como todo lo bello están en vĂ­a de extinciĂłn.

La cosa no es color de rosa eso está seguro, y despuĂ©s de unos años de experiencia, he visto algunas bellas y otras no tanto. Pero en las pelĂ­culas porno, eso es otro cuento, partamos por decir que en la mayorĂ­a de los casos y por cuestiĂłn de morbo las vaginas que aparecen en la pantalla deben ser grandes, carnudas, con pĂ©talos grandes, abiertas y muy amplias, por lo general, no en todos los gĂ©neros. Si ya se dijo que hay penes monstruosos, se debe decir que tambiĂ©n hay vaginas monstruosas, y es que en algunas ocasiones parece ser que la niña estuviera literalmente devorándole el pene al hombre y en casos más extremos te preguntas que paso con los testĂ­culos ¿tambiĂ©n pa’ dentro?, y es que estas vaginas devoradoras tienen la caracterĂ­stica de tener unos labios-pĂ©talos tan grandes que inmediatamente recuerdo a depredador y como movĂ­a sus labios y colmillos de forma amenazante, claro que no todo es malo estas vaginas tienen una ventaja; CalefacciĂłn, mientras follas con la vieja, te calienta los testĂ­culos, pues los recubre.

La cosa no es color de rosa, aun recuerdo esa vagina de la clase de biologĂ­a, rosadita, bonita perfecta, pero ¿DĂłnde están?, porque no aparecen en las pelĂ­culas porno, al principio creĂ­a que era el televisor y trataba de arreglar los colores, pero esa vaina se seguĂ­a viendo como marrĂłn, como insolada, como bronceada, como quemada, como…..como…. no sĂ©. No encuentro un adjetivo para describir ese color, debe ser seguramente que estas niñas actrices de porno le han dado tan duro a la pobre que esta ya se moreteo y como nunca paran tienen un morado eterno, pero no todo es tan tenebroso, aun quedan por ahĂ­ esas vaginas tipo clase de biologĂ­a, aunque no creo que aparezcan en las pelĂ­culas porno, por eso si encuentras una de esas rosaditas, tiernas, bellas, no la dejes escapar atesĂłrala, quĂ©date con ella porque dentro de poco ya no habrán, recuerda que están en vĂ­a de extinciĂłn.

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